HIPERTIROIDISMO

El hipertiroidismo es una enfermedad secundaria a la producción excesiva de hormonas tiroideas. Afecta preferencialmente a las mujeres y usualmente se manifiesta entre los 20 y 45 años. Los síntomas más frecuentes son: 

pérdida involuntaria de peso, palpitaciones, sudoración, nerviosismo, intolerancia al calor, temblor de manos, insomnio y trastornos menstruales en mujeres en edad fértil. La causa más frecuente es un trastorno autoinmune, conocido como enfermedad de Graves, que se caracteriza por el crecimiento generalizado de la glándula tiroides, cambios en la textura y temperatura de la piel y, típicamente, los ojos lucen muy abiertos o prominentes.

El diagnóstico de hipertiroidismo se basa en lo referido por el paciente y los hallazgos del examen clínico y es confirmado por la medición de hormonas en sangre. Dependiendo de la severidad y otras consideraciones, puede ser tratado con medicamentos a largo plazo, yodo radioactivo o cirugía.

HIPOTIROIDISMO

El hipotiroidismo es la enfermedad contraria al hipertiroidismo y se presenta por disminución de la producción de hormonas tiroideas. Afecta preferencialmente a las mujeres y su aparición aumenta con la edad. Las personas con esta enfermedad se quejan de piel seca, caída de pelo, cansancio, frío, fatiga, estreñimiento, aumento de peso, decaimiento y sueño. La causa más frecuente, es un trastorno autoinmune, conocido como tiroiditis o enfermedad de Hashimoto. Puede presentarse como una enfermedad asintomática (subclínica) o con síntomas como los apuntados arriba, dependiendo del grado de deficiencia hormonal. Su diagnóstico se basa en la medición de hormonas en sangre.

Se trata dando hormona tiroidea de reemplazo que se calcula por peso o índice de masa corporal (IMC). En personas mayores o con problemas cardiovasculares la dosis y su administración deberá ser vigilada y titulada cuidadosamente