CIRUGÍA DE TIROIDES

Se sugiere la cirugía de tiroides en todos los nódulos sospechosos de malignidad, malignos, grandes o crecimiento de la tiroides que pueden provocar problemas de compresión o inclusive problemas estéticos. En ocasiones, se aconseja cirugía en pacientes con hipertiroidismo o enfermedad de Graves, que se presenta sobre todo en mujeres en edad fértil, o quienes pueden presentar cierta resistencia al tratamiento médico

La cirugía de tiroides conlleva riesgos, pero estos disminuyen con la experiencia del cirujano, razón por la cual es importante que busquen a un cirujano de alto volumen (Mínimo 50 cirugías de tiroides al año) para disminuir tanto el riesgo de complicaciones y aumentar el chance de curación.

En CTP se efectúan más 100 tiroidectomías al año, todas efectuadas por los cirujanos del centro. La cirugía segura consiste en brindar el máximo de seguridad al paciente, con el fin de presentar el menor número de complicaciones posibles.

Para ello, en el quirófano se sigue una secuencia de pasos, iniciando con la verificación de la lista de seguridad (Check List ) en donde se verifica el nombre del paciente, el diagnóstico, el procedimiento a efectuar, el lado a operar, la confirmación que el equipo y los insumos necesarios están disponibles.

Usamos en todas nuestras cirugías la neuromonitorización que nos permite tomar decisiones transoperatorias. Esta práctica rutinaria y sistemática hace que nuestras cirugías sean efectivas y seguras.

CIRUGÍA PARATIROIDEA O DE PARATIROIDES

Las glándulas paratiroides se llaman así por estar pegadas a la tiroides. Son 4, dos de cada lado del cuello y producen una hormona (PTH), que es responsable de mantener concentraciones adecuadas de calcio y fósforo en la sangre.
El crecimiento de las 4 glándulas o el desarrollo de tumores en una de ellas, hace que se produzca una mayor cantidad de PTH, lo que provoca elevación del calcio en sangre, con consecuente aumento de la excreción de calcio en la orina. A esta condición se le llama Hiperparatiroidismo Primario (HPTP). El HPTP puede ser asintomático o manifestarse por la formación de cálculos renales, pérdida de calcio óseo, con osteopenia u osteoporosis secundaria, gastritis, úlceras, pancreatitis, trastornos musculares o neurocognitivos. El diagnóstico se basa en los resultados de exámenes de laboratorio. Estudios por imágenes convencionales o acopladas al uso de isótopos radioactivos, permiten en la mayoría de casos localizar el tumor responsable.
El único tratamiento curativo de esta enfermedad es quitar la o las glándulas responsables de la producción excesiva de PTH.
Los resultados de la cirugía para tratar el HPTP son muy buenos, con tasas de curación mayores al 96%, en manos de cirujanos expertos y de alto volumen. Se efectúa a través de una pequeña herida en la base del cuello. Si el tumor ha sido localizado previamente, la cirugía se limita a la búsqueda y extracción del tumor. En caso de no conocerse la localización del tumor, deberán explorarse ambos lados del cuello para identificar las 4 paratiroides y determinar si se quita una o más glándulas. Las molestias postoperatorias son muy pocas y la gran mayoría de pacientes entran y salen el mismo día de la operación.