Cirugía de tiroides: ¿Cuándo es necesaria y por qué?
La glándula tiroides, ubicada en la base del cuello, juega un papel crucial en nuestro organismo al producir hormonas esenciales para el metabolismo, el crecimiento y el desarrollo. Sin embargo, en ocasiones, esta pequeña glándula puede presentar alteraciones que requieren intervención quirúrgica.
¿Cuáles son las causas más comunes de cirugía de tiroides?
Crecimiento anormal: La tiroides, al crecer, puede comprimir órganos como la tráquea, el esófago o el nervio recurrente laríngeo, causando dificultad para respirar, tragar o ronquera. Incluso puede afectar el flujo sanguíneo hacia el corazón.
Tumores: Los tumores tiroideos, benignos o malignos, pueden provocar los mismos síntomas que el crecimiento anormal, además de alterar el funcionamiento de la glándula.
Alteraciones hormonales: El hipertiroidismo, una condición en la que la tiroides produce un exceso de hormonas, puede requerir cirugía en casos de bocios grandes, dificultad para controlar la enfermedad con medicamentos o si la enfermedad se vuelve crónica. Entre las causas del hipertiroidismo encontramos la enfermedad de Graves, los bocios tóxicos y los adenomas autónomos e hiperfuncionales.
¿Cómo es la cirugía de tiroides?
El tipo de cirugía dependerá de la cantidad de tejido tiroideo que se deba extirpar:
Hemitiroidectomía: Se reseca la mitad de la glándula tiroides.
Tiroidectomía total: Se extirpa toda la glándula tiroides.
Resecciones parciales: Tiroidectomía subtotal o casi total, donde se remueve la mayor parte de la glándula, dejando un pequeño remanente.
¿Es una urgencia?
En la mayoría de los casos, no. Es un procedimiento electivo que permite al paciente recibir la información y el apoyo necesarios. El cirujano explicará todo en detalle: la razón de la cirugía, el procedimiento, riesgos, necesidad de tratamientos complementarios, terapia hormonal (si es necesaria), implicaciones para la vida futura y pronóstico.
¿Qué pasa después de la cirugía?
La recuperación varía según la extensión de la resección y la salud del paciente. La hospitalización suele ser breve y la mayoría de las personas retoman sus actividades en pocas semanas. En algunos casos, será necesaria terapia hormonal de por vida para mantener niveles hormonales adecuados.
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